🤦🏻♂️ Cómo un comentario puede clausurar tu vida...
⚠️ Desde que tenemos uso de razón, aparecen. Irrumpen en las conversaciones sin aviso. Son comentarios, frases. A veces sentencias, a veces profecías. Pero siempre cierran el espacio.
Alguien dice "No soy creativo", yo mismo digo "si fracaso, voy a quedar marcado". Aparecen y clausuran el espacio. Podemos intentar retomar la conversación, pero se ha vuelto inapropiada. Como si seguirla fuera una pretensión obcecada. Usualmente, esas micro-narrativas limitantes se llevan toda la autoridad y desertifican el horizonte de posibilidades de la conversación.
⚠️ Sería deseable que la conversación misma pueda derribar esos muros que construimos con palabras. Desmontar la certeza de esas palabras que llegan desde el pasado como bombas.
⚠️ Esas micro-narrativas limitantes, surgen automáticas y actúan permanentemente, desviando nuestras trayectorias vitales. Como micro inflexiones en el horizonte de lo posible, y pon ende en nuestro temple anímico: nuestra afectividad hacia el futuro.
Estas micro-narrativas pueden estar al servicio de distintos objetivos quirúrgicos:
🧨 Narrativas de la impotencia: “Yo no puedo cambiar, soy así”, “Eso no depende de mí”, “Ya lo intenté y nunca funciona”, “No tengo los recursos / contactos / suerte que otros tienen”. Se ponen al servicio de reducir el margen de acción e instalar la resignación.
🧨 Narrativas de la víctima: “Siempre me toca lo peor”, “En esta empresa nunca escuchan a nadie”, “Con este jefe/equipo no se puede”, “A mí siempre me pasan estas cosas”. Se ponen al servicio de proyectar la responsabilidad afuera, bloquean protagonismo.
🧨 Narrativas de la escasez: “Si yo gano, otro pierde”, “No alcanza para todos”, “Mejor no comparto mis ideas porque me las pueden robar”, “Si no controlo, me van a dejar sin nada.” Se ponen al servicio de impedir la colaboración y generar desconfianza.
🧨 Narrativas del perfeccionismo y la parálisis: “Si no lo hago perfecto, no vale la pena”, “Todavía no estoy listo para dar el paso”, “Tengo que seguir preparándome, aún me falta mucho”, “Es muy arriesgado, mejor espero”. Se ponen al servicio de postergar decisiones, destruir la determinación y el arrojo y paralizar la innovación.
🧨 Narrativas de la identidad fija: “Yo no soy creativo”, “Nunca fui bueno para liderar”, “No tengo madera para emprender”, “A mi edad ya no se aprende nada nuevo”. Se ponen al servicio de negar la posibilidad de reinvención personal.
🧨 Narrativas del miedo al juicio: “Si me equivoco, se van a reír de mí”, “¿Qué van a pensar si digo lo que realmente pienso?”, “Mejor no arriesgo, no quiero quedar mal”, “Si fracaso, pierdo mi credibilidad”. Se ponen al servicio de restringir la autenticidad y frenar el aprendizaje.
Las micro-narrativas transforman ciertas frases en barreras, muros, fronteras infranqueables que dejan las posibilidades al otro lado. Ademas son contagiosas, son un virus que una vez inoculado se replica una y otra vez en las conversaciones propias. Construimos el muro que nos deja del otro lado de las posibilidades. Esteriliza nuestro horizonte futuro. Esas frases que repetimos nos dejan enjaulados.
Pero hay un trabajo transformador. Aquí comparto algunas claves que podés tener en cuenta:
✅ Al nombrar la micro-narrativa ya se empieza a ver la puerta en el muro. me hago consciente del virus.
✅ Puedo intervenir sobre el estado de ánimo que la micro-narrativa provoca. Aquí hay múltiples recursos a modo de antídotos anímicos: el movimiento físico, el contacto con la naturaleza, una música adecuada, entre otros recursos. Nos pueden rescatar de esos estados de ánimo restrictivos.
✅ Pero la intervención mas relevante y transformadora ocurre en el lenguaje mismo. Al reinterpretarla (ej.: pasar de “no soy creativo” a “puedo entrenar mi creatividad”) se empieza a abrir un pasaje. Así, el muro se transforma en puente hacia las posibilidades que antes estaban ocultas. Nuestro horizonte se amplia y nuestro ánimo se vuelve liviano y arrojado al futuro.
Este desplazamiento interpretativo es el corazón del coaching, tantas veces mal comprendido, propiciando un cambio interpretativo que se expresa en coherencia con un cambio anímico y de disposiciones corporales y gestuales.
🎯 Cada vez que reinterpretamos una micro-narrativa, convertimos un muro en un puente. Y eso cambia no solo la conversación: cambia nuestra vida.
Respuestas