📌 De la ansiedad a la serenidad: cómo los líderes despiertos navegan la incertidumbre
🔥 Cuando la incertidumbre se vuelve tu compañera de trabajo
Hace poco hablé con un CEO de una empresa de tecnología. Llevaba tres meses sin dormir bien. No por insomnio clínico, sino por algo más sutil: una ansiedad crónica que lo acompañaba desde que se despertaba hasta que se acostaba.
"No sé qué va a pasar con la IA", me dijo. "No sé si mis productos seguirán siendo relevantes en dos años. No sé si mi equipo está preparado. No sé si estoy tomando las decisiones correctas."
Lo interesante es que este CEO tenía todo lo que "debería" tener: experiencia, recursos, un equipo talentoso. Pero había algo que ninguno de esos activos podía resolver: su relación con la incertidumbre.
Y no está solo.
Según datos recientes, el 79% de los líderes empresariales siente que la evolución de la IA avanza más rápido de lo que pueden asimilar. El 63% de los empleados junior experimentó burnout recientemente. Y la mayoría de ellos comparte algo en común: están navegando desde un estado de ánimo de ansiedad.
La pregunta que me hago es: ¿y si el problema no fuera la incertidumbre en sí, sino cómo estamos interpretándola?
😰 La trampa de la ansiedad
Cuando estamos en un estado de ánimo de ansiedad, el mundo se ve de una manera muy particular:
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Juicios típicos: "Voy a fracasar." "No estoy preparado." "Las cosas van a salir mal."
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Lo que vemos: Amenazas. Riesgos. Problemas que aún no existen pero que "podrían" existir.
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Cómo actuamos: Desde la urgencia. Desde el control. Desde la necesidad de tener todas las respuestas ahora.
El problema es que la ansiedad es un estado restrictivo. Contrae nuestras posibilidades, limita nuestra visión, nos atrapa en un bucle de "qué pasaría si...".
Y cuando un líder opera desde la ansiedad:
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Su equipo lo siente: La ansiedad es contagiosa. Si tu equipo te ve ansioso, ellos también se ponen ansiosos.
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Toma decisiones pobres: Desde la ansiedad, tendemos a reaccionar en lugar de responder. A controlar en lugar de confiar.
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Pierde capacidad de escucha: La ansiedad nos cierra. Nos enfocamos en resolver el problema que imaginamos, no en escuchar lo que realmente está pasando.
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Se agota: Vivir en ansiedad crónica es agotador. Es la antesala del burnout.
🌊 La serenidad no es resignación. Es poder.
Aquí viene lo importante: la serenidad no es la ausencia de incertidumbre. La incertidumbre seguirá ahí. Los cisnes negros seguirán llegando. Las disrupciones seguirán ocurriendo.
La serenidad es algo diferente. Es un estado de ánimo de aceptación calmada en el que:
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Aceptamos que el cambio y la imprevisibilidad son características ineludibles de la vida.
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No nos resignamos al statu quo, sino que vemos el futuro como algo que se abre ante nosotros, lleno de nuevas posibilidades.
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Reconocemos que no podemos predecir ni controlar el futuro, pero sí podemos co-crearlo en conversación con otros.
En otras palabras: la serenidad es el estado desde el cual un líder despierto navega la incertidumbre.
No desde el control. Desde la presencia.
No desde el miedo. Desde la confianza en la capacidad de aprender y adaptarse.
No desde la soledad. Desde la colaboración y la co-invención.
🌟 La serenidad no se consigue de una sola vez. Se cultiva en tres dominios:
🙏 DOMINIO 1: GRATITUD
¿Por qué? Cuando estamos en ansiedad, nos enfocamos en lo que falta, en lo que podría salir mal. La gratitud invierte esa ecuación.
Cómo funciona:
Cuando nos vemos atrapados en el ajetreo de nuestro día a día, nos enfocamos en "progresar" o "resolver problemas". En esa condición, no reconocemos:
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Cómo llegamos donde estamos en primer lugar
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Todos aquellos que han contribuido algo a nosotros y que continúan haciéndolo
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Las circunstancias de las que nos estamos beneficiando actualmente
Además, tendemos a dar por sentadas las cosas positivas y comenzamos a sentir que tenemos "derecho" a que las cosas sigan yendo bien. Cuando algo se rompe, tenemos la oportunidad de apreciar lo que quizás de otra manera no notaríamos.
Práctica concreta:
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Reserva un tiempo con regularidad (quizás una vez a la semana) para explorar activamente aquello por lo que estás agradecido.
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Si formas parte de un equipo, crea un espacio para que todos reconozcan a las personas a las que están agradecidos.
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Pregúntate: ¿Quién me ha apoyado? ¿De qué circunstancias me estoy beneficiando? ¿Qué está funcionando bien que doy por sentado?
🪞 DOMINIO 2: REFLEXIÓN
¿Por qué? La reflexión es el acto de pausar, mirar lo que está pasando, y extraer aprendizaje. Es lo opuesto a la reactividad ansiosa.
Cómo funciona:
Todos tenemos la capacidad de reflexionar, pero no hacemos de la reflexión una práctica. Podemos sentirnos abrumados con todo lo que tenemos que resolver y pensar: "Mi lista de cosas por hacer es enorme. ¡No tengo tiempo para pensar!"
Pero aquí está la paradoja: cuando más ocupados estamos, más necesitamos reflexionar.
La reflexión nos permite:
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Aprender en la acción (no después, sino mientras estamos actuando)
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Identificar patrones que no veríamos si solo estuviéramos corriendo
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Integrar experiencias en sabiduría
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Reconectar con lo que realmente importa
Práctica concreta:
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Crea un ritual de reflexión. Puede ser 15 minutos al final del día, o una hora a la semana.
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Pregúntate: ¿Qué sucedió? ¿Qué aprendí? ¿Qué haría diferente? ¿Quién me apoyó? ¿Qué me sorprendió?
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Si trabajas con un equipo, haz de la reflexión una práctica colectiva. Dedica tiempo en reuniones para reflexionar sobre lo que está pasando, no solo para resolver problemas.
🎉 DOMINIO 3: CELEBRACIÓN DE NUESTRA CAPACIDAD DE CO-INVENTAR EL FUTURO
¿Por qué? Porque la ansiedad nos hace sentir impotentes. La celebración nos recuerda que tenemos poder.
Cómo funciona:
En nuestra vida cotidiana, a menudo no estamos conscientes del poder que tenemos para inventar el futuro con otros en el lenguaje. Tomar conciencia de esto puede ser una fuente de serenidad.
No podemos predecir ni controlar el futuro, pero podemos tomar acciones para aumentar nuestra capacidad de anticiparlo y co-crearlo. El futuro siempre está emergiendo, y podemos orientarnos mejor:
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Explorando los juicios de otros para descubrir lo que les importa y ampliar nuestra interpretación sobre lo que puede ser posible.
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Haciendo ofertas que aborden lo que le importa a otras personas y generando una nueva identidad para nosotros mismos.
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Haciendo declaraciones que generen nuevas oportunidades para nosotros y para los demás.
Práctica concreta:
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Reconoce una conversación que tuviste esta semana donde algo nuevo se hizo posible. Celebra eso.
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Identifica una oferta que podrías hacer (a tu equipo, a un cliente, a un colega) que abra nuevas posibilidades.
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Haz una declaración pública sobre algo que quieres crear o cambiar. Las declaraciones tienen poder generativo.
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Pregúntate: ¿Qué futuro quiero co-crear? ¿Con quién? ¿Qué conversaciones necesito tener?
🚀 Tres acciones concretas para esta semana:
Lunes o martes:
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Dedica 15 minutos a escribir tres cosas por las que estés agradecido. No solo "estoy agradecido por mi familia". Sé específico: "Estoy agradecido porque mi equipo me cuestionó en la reunión de ayer, eso me ayudó a ver algo que no veía."
Miércoles o jueves:
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Crea un ritual de reflexión. Puede ser una caminata, una taza de café en silencio, o una conversación con alguien de confianza. Pregúntate: ¿Qué aprendí esta semana? ¿Qué me sorprendió? ¿Qué haría diferente?
Viernes:
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Haz una oferta o una declaración. Puede ser pequeña: "Esta semana voy a dedicar una hora a escuchar a mi equipo sin resolver nada." O más grande: "Voy a liderar un proyecto de innovación que abra nuevas posibilidades para nuestra empresa."
🌱 Esto es lo que entrenamos en profundidad
Lo que acabas de leer es solo una introducción a una habilidad fundamental de los Líderes Despiertos: la capacidad de navegar estados de ánimo.
Porque aquí está la verdad: no es que no sepas liderar. Es que estás navegando desde el estado de ánimo equivocado.
En mi modelo de 7 entrenamientos fundamentales, trabajamos esto a través de:
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Desarrollar tu fortaleza emocional: Aprender a reconocer tus estados de ánimo, identificar los juicios que los rodean, y cultivar estados expansivos que abran posibilidades.
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Aprender a domar tu mente: Entrenar la presencia, el foco, la capacidad de pausar en medio del caos.
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Aprender a aprender en la acción: Reflexionar mientras actúas, extraer aprendizaje de cada experiencia.
Estos entrenamientos no son teóricos. Son prácticas que se cultivan día a día, en conversación con otros, en comunidad.
👉 ¿Listo para transformar tu relación con la incertidumbre?
Si resonaste con esto, te invito a mi próxima Master Class para aprender sobre ésta y otras habilidades que entrenamos.
Su título es: Como líder de negocio: ¿Sabés moverte en la incertidumbre?
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🤔 Una pregunta para cerrar:
¿Desde qué estado de ánimo estás navegando tu liderazgo hoy? ¿Ansiedad? ¿Serenidad? ¿Algo en el medio?
Tómate un momento para reflexionar. Y si quieres compartir, me encantaría leerlo.
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