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Eneagrama de la personalidad: un autoconocimiento transformador

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El eneagrama de la personalidad se desarrolla a partir del trabajo del psiquiatra Claudio Naranjo que articuló un saber antiguo con la psicología moderna.

El eneagrama de la personalidad se hace cargo de una inquietud humana muy antigua. En el camino del progreso hacia una vida plena, muchas tradiciones plantean que nos encontramos con los limites de nuestro carácter, nuestro ego, y que en general no somos conscientes de esos condicionamientos. Muchos sabios suelen decir que en nuestra vida estamos dormidos, que vivimos, en una especie de piloto automático, y que el progreso hacia la conciencia, la plenitud y la sabiduría implica trabajar en el autoconocimiento que permita trascender los condicionamientos.
 Cuando se habla de personalidad se suele aludir a un aspecto de nuestra conducta relacionado con nuestra interacción con el entorno. Esta personalidad se constituye como una combinación de características innatas y de nuestras experiencias de interacción con padres, cuidadores y otros familiares cercanos, así como de la influencia del contexto social y cultural.

Abordaremos aquí una perspectiva que plantea que el carácter es una suerte de estrategia defensiva o compensatoria para enfrentar las carencias de las épocas tempranas de la vida. Así el carácter implica ciertos patrones de pensamiento, emoción y conducta. El carácter también implica ciertos aspectos que quedan fuera de la conciencia de la persona. A estos espacios de ceguera se los suele denominar como “la sombra”, dado que son aspectos de los que no somos conscientes pero influyen en nuestra conducta y en nuestra forma de ver las cosas.
 Introducimos aquí una perspectiva sumamente poderosa para abordar el desafío del autoconocimiento del carácter y la transformación personal.

La respuesta del eneagrama de la personalidad

Decíamos que podemos describir el carácter como un compuesto de rasgos, pero esa descripción seria insuficiente, ya que el carácter es más que una sumatoria de rasgos. Según Claudio Naranjo, el carácter es una compleja estructura que podría representarse en forma de árbol, en el que los distintos comportamientos son aspectos de comportamientos más generales e incluso estos diversos rasgos de naturaleza más general pueden comprenderse como expresión de aspectos aún más fundamentales.
Para este autor, el núcleo fundamental del carácter tiene una doble naturaleza: un aspecto motivacional en interacción con un prejuicio cognitivo, o sea una «pasión» asociada a una «fijación».
El autor mencionado también plantea que se puede ampliar aun más esta primera idea considerando el proceso con más detalle como una interferencia de la pasión en el instinto bajo la influencia continua de una percepción cognitiva distorsionadora.
Así podemos ver al carácter como un ensombrecimiento de la conciencia como producto del desarrollo de estrategias para lidiar con las carencias de épocas tempranas de la vida, que dieron lugar al establecimiento de patrones habituales asociados con la pasión, la fijación y la interferencia en los instintos. El trabajo de trascender esos condicionamientos da lugar a la conexión con una conciencia esencial caracterizada por los centros emocional y mental superiores y un instinto puro.

El eneagrama de la personalidad, o la psicología de los eneatipos, como fuera desarrollada en las últimas décadas por Claudio Naranjo, constituye una poderosa herramienta de desarrollo de la conciencia, a partir de un autoconocimiento transformador del propio carácter y del camino de progreso hacia una conciencia superior.

Este artículo se basa en las enseñanzas del eneagrama de la personalidad desarrolladas por Claudio Naranjo y en la forma particular de presentarlas y organizarlas que ha creado Beatrice Chestnut en su obra “The Complete Eneagram: 27 Paths to Greater Self-Knowledge”.

Es interesante compartir aquí la reflexión que Naranjo hiciera en su libro “Carácter y Neurosis” en relación con la posibilidad de un trabajo autónomo por parte de las personas en su auto-indagación, auto-conocimiento y auto-transformación:

Personalmente, este extendido mandato de los terapeutas a sus pacientes de no intentar clarificarse ellos mismos me parece una expresión de autoritarismo implícito, inseguridad y alianza encubierta con un monopolio de expertos, y creo que no podemos permitirnos esto en unos tiempos en que nuestra difícil situación colectiva depende en gran medida de la transformación humana individual y, en que tampoco podemos permitirnos dejar de despertar el potencial y la motivación de los individuos para trabajar consigo mismos en la medida en que sean capaces.
Aunque es cierto que la intelectualización puede competir con el proceso terapéutico, sea en la mente del individuo o en la relación terapéutica, sospecho que el autoanálisis se relegó al olvido principalmente como resultado implícito del autoritarismo psicoterapéutico de la profesión, sobre todo en los años anteriores al humanismo. Asimismo, constituye una expresión de la actitud monopolizadora del psicoanálisis como institución, de acuerdo con la cual cada analista le dice a sus analizandos: "no acudas a ninguna otra parte en busca de ayuda" y, lo que es más, "no intentes sanarte por ti mismo: yo lo haré por ti".

Las palabras de Naranjo no buscan depreciar el trabajo de terapeutas u otros profesionales dedicados a asistir a otros en sus procesos de curación o progreso personal. Más bien busca realzar la responsabilidad personal ante la posibilidad del auto-conocimiento y la auto-transformación. Veamos como lo expresa en el siguiente pasaje del libro antes citado:

No sólo nos conminaban las antiguas y santas tradiciones a conocernos a nosotros mismos, sino que, podríamos decir, el impulso autoterapéutico (y, mas generalmente, el impulso de optimizar nuestra conciencia) es una respuesta natural, saludable y sabia ante las dificultades de la vida. Tengo gran conciencia del enorme valor de la relación personal en la sanación de los problemas relacionales y de la necesidad de algunas personas de atravesar tanto un período de relación terapéutica como un período de regresión terapéutica en el contexto de estas relaciones, antes de que la sanación pueda acontecer. Pero quiero resaltar que, incluso en una situación interpersonal, es el individuo quien, en definitiva, realiza el trabajo. Podemos decir que la psicoterapia asistida es una situación especializada que ayuda mucho a dirigir el estudio de uno mismo, pero lo que descubrimos sobre nosotros mismos y cómo tomamos lo que descubrimos depende, a fin de cuentas, de nosotros. Por ello, durante muchos años de mi vida he adoptado lo que llamo una disposición de "trabajo con uno mismo" e incluso he transmitido mi enfoque de que, en nuestro tiempo, la psicoterapia debería considerarse sólo una ayuda complementaria y no un sustituto del autocuidado.

Subyace a esta obra la creencia profunda en la capacidad individual de auto-cuidado y el progreso psico-espiriual. Esta ultima cita de Naranjo refleja ese mismo espíritu que nos inspira:

Cuando uno práctica la búsqueda del autoconocimiento en una actitud de aspiración devota y de reconocimiento objetivo de la propia aberración, y al mismo tiempo intenta hacer espacio en su mente para las imperfecciones presentes -inevitables como consecuencia de la huella de la experiencia pasada y la ineludible duración del proceso de auto-realización- uno llega a descubrir que la autocomprensión es suficiente en sí misma. En realidad, la verdad sobre nosotros mismos puede liberarnos, porque una vez hayamos comprendido verdaderamente algo acerca de nosotros mismos, ello cambiará sin «nuestro» intento de cambiarlo.
Un verdadero percatarse de lo que hacemos y de cómo y por qué lo hacemos transforma nuestras respuestas obsoletas en idioteces que probablemente caigan por el camino o que pierdan poder sobre nuestras intenciones esenciales.

El eneagrama de la personalidad: su origen

De acuerdo con muchas tradiciones antiguas, la compresión de la transformación humana y las tecnologías para alcanzarla, nos llegan mediante un lenguaje basado en los arquetipos y las matemáticas.
La palabra eneagrama, particularmente, significa dibujo de nueve y el símbolo del eneagrama es una estrella de nueve puntos inscripta en un circulo. Sus orígenes precisos son desconocidos, pero se piensa que data de miles de años atrás y se consideraba un reflejo de patrones naturales del universo.
Esta antigua sabiduría ha sido re-descubierta en la modernidad a partir de trabajo de tres personas clave: G. I. Gurdjieff, Oscar Ichazo, y Claudio Naranjo. Estos maestros enseñaron eneagrama a pequeños grupos en el contexto de un trabajo de desarrollo psicológico y espiritual. Gurdjieff lo inició en Rusia y en Europa comenzando a principios del siglo XX. Oscar Ichazo comenzó en Chile en los sesentas. Por último, Naranjo comenzó en Berkeley, California, después de haber participado de un grupo de estudio con Ichazo en el desierto de Arica, Chile en los setentas.

Gurdjieff no llegaba a vincular sus enseñanza denominada “El cuarto camino” con tipos psicológicos al presentar el eneagrama, solo discutía los tres centros de inteligencia.
El eneagrama de la personalidad como una taxonomía de tipos psicológicos llega hasta nosotros por el trabajo de Oscar Ichazo, como parte de su original desarrollo de un método de transformación personal. Él enseñó las ideas nucleares del “eneagrama de la personalidad” bajo el nombre de “protoanalisis”. El origen de sus desarrollos no es muy claro, pero menciona la influencia de sus estudios en oriente, especialmente en Afganistan.
Claudio Naranjo, un psiquiatra chileno, aprendió el eneagrama de Oscar Ichazo cuando viajó a Arica en 1970. Después de su viaje Naranjo creo un grupo orientado al desarrollo psicológico y espiritual, llamado SAT ("seekers after truth" - buscadores de la verdad) en Berkeley, California. A partir del trabajo y las enseñanzas de Claudio Naranjo, el enegrama de la personalidad se difundió en todo el mundo. Un aporte central de este autor fue el de articular esas enseñanzas con los conocimientos de la psicología moderna y las diversas disciplinas de transformación personal con las que estaba familiarizado. De esta manera amplió el alcance de estas enseñanzas transformándolas en una disciplina amplia para el desarrollo humano.

El eneagrama de la personalidad como mapa

El eneagrama de la personalidad es una poderosa herramienta que nos ayuda a identificar distintos patrones de personalidad y las sombras, hábitos y rasgos de veintisiete "falsos yoes" de manera sistemática. La estructura del eneagrama de la personalidad se va generando a partir de los siguientes elementos que describimos a continuación.

Centros de inteligencia. En primer lugar, el eneagrama de la personalidad se organiza en tres centros de inteligencia. Los tipos de carácter se organizan en tres grupos de acuerdo con el centro de inteligencia dominante. Estos centros son: cuerpo / acción / instinto, corazón / emoción, cabeza / pensamiento / intelecto. La sabiduría ancestral de la que proviene el eneagrama plantea que los seres humanos somos tricerebrados y que en consecuencia funcionamos combinando tres centros de inteligencia que implican diferentes formas de percepción, procesamiento y expresión. De esta forma contamos con un cerebro reptil depositario de los aspectos instintivos y motrices (el más antiguo), un cerebro paleo-mamífero que es depositario de la expresión de las emociones (desarrollado mas tarde) y por ultimo un cerebro desarrollado más recientemente en la evolución, llamado neocortex y que es el depositario de los procesos de pensamiento, razón, etc.
El centro del cuerpo, o las tripas (que reúne a los eneatipos 8, 9 y 1) es el centro motor, asociado con el movimiento, pero también se asocia con el instinto. El impulso proveniente del cuerpo, de lo visceral, puede ser una guía solida para la acción correcta, aunque desequilibrado puede llevar a un comportamiento impulsivo o generar inercia.
 El centro del corazón, o emocional (que reúne a los eneatipos 2, 3 y 4) regula los sentimientos y emociones. Permite experimentar las emociones y conectar empáticamente con las emociones de otras personas. Aunque el desequilibrio puede dar lugar a excesiva sensibilidad, insensibilidad o manipulación emocional.
 En centro de la cabeza, o centro intelectual o del pensamiento (que reúne a los eneatipos 5, 6 y 7) regula la actividad de los pensamiento, la expresión de creencias y demás actividades cognitivas e interpretativas. Esta actividad fundamental para el análisis y la reflexión puede dar lugar en forma desequilibrada, a racionalizaciones y a una consecuente parálisis.

Eneatipos / pasiones. En segundo lugar, en el eneagrama de la personalidad cada uno de estos tres grupos se divide en tres tipos de carácter que se distinguen por el rasgo emocional / motivacional dominante en el carácter, que se denomina pasión. Las pasiones son el aspecto emocional-motivacional central para cada tipo. Estas pasiones son impulsores emocionales (frecuentemente inconscientes) basados en la mirada implícita acerca de lo que se necesita para sobrevivir y como obtenerlo. Dado que las pasiones están motivadas en un sentido de carencia, crean un dilema básico o trampa en torno a la cual la personalidad se organizará mientras busca denodadamente atender una necesidad básica que nunca es satisfecha. Solo cuando nos volvemos conscientes de esta motivación es que podemos trascender este dilema.
Las líneas que conectan estos nueve puntos configuran el eneagrama, como símbolo, e indican una dinámica de flujo que nos permite entender como desarrollar un progreso en nuestra autotransformación. Presentaremos aquí, de manera introductoria, los aspectos básicos que distinguen a cada uno de los eneatipos.

Subtipos / instintos. Por último, cada uno de los nueve caracteres se divide en tres de acuerdo con el énfasis relativo de cada uno de los tres instintos: conservación (yo), sexual (yo y tu) y social (nosotros). Cuando la pasión y el instinto dominante se unen, crean un foco de atención aún más específico, reflejando una necesidad insaciable particular que impulsa el comportamiento. A continuación describimos brevemente estas tres tendencias instintivas:

  • Conservación: este instinto se enfoca en torno a los asuntos vinculados con la supervivencia y la seguridad material. Suele orientar el comportamiento a temas como la disponibilidad de recursos suficientes, evitar el peligro y mantener un sentido básico de estructura y bienestar. También la persona puede poner énfasis en otras áreas adicionales en las que la persona busca seguridad.
  • Social: este instinto se enfoca en asuntos como la pertenencia, el reconocimiento y las relaciones en grupos sociales. También hace foco en el poder relativo que los miembros de un grupo detentan.
  • Sexual: en este caso el foco está en la calidad y el estatus que tienen las relaciones con personas específicas. Estas relaciones “uno a uno” suelen dirigir la energía hacia las conexiones sexuales, la atracción interpersonal y el vínculo. Se busca el bienestar a través del vinculo uno a uno.

Estos tres instintos operan en cada uno de nosotros, pero usualmente solo uno es dominante. Cuando este instinto dominante se pone al servicio de la pasión dominante, se moviliza una expresión específica de la personalidad, el subtipo. Por último, para cada uno de los nueve tipos existe un contratipo. Es decir, uno de los subtipos en lugar de fluir con las características del eneatipo en consideración se expresa en sentido aparentemente opuesto a la dirección de la pasión. Este tipo contrapasional se suele denominar contratipo.

A modo de introducción presentamos una brevísima descripción de cada uno de los nueve tipos de ego que conforman el eneagrama de la personalidad:

  • ENEATIPO 1 - IRA: Son personas perfeccionistas y en la búsqueda de la perfección pueden tener ira interior que intentan no exteriorizar, pues no la consideran una cualidad perfecta. Son muy detallistas, ordenados. Suelen hablar en términos de bien / mal. En su estado más sano, son tolerantes y muy éticos. Son muy juiciosos, y comprometidos.
  • ENEATIPO 2 - ORGULLO: Son personas cuya atención está puesta en los demás y en sus necesidades y en cómo ayudarlos. Esto puede llevarlos a tener bastante "orgullo" pues este es el tipo de personalidad que requiere sentirse necesitada. No están tan enfocados en sus propias necesidades, que suelen postergar por los otros, pero interiormente esperan agradecimiento a cambio. En su estado más sano, son realmente altruistas.
  • ENEATIPO 3 - VANIDAD: Son personas pendientes de su imagen y del éxito. Son muy laboriosos y trabajadores, muy efectivos y también individualistas. Por su eficiencia y gran actividad pueden poseer una amplia vanidad. Están muy identificados con su trabajo y suelen conseguir lo que se proponen, sobresaliendo en ello, y también a veces usando la mentira. En su estado más sano, son sinceros y muy productivos.
  • ENEATIPO 4 - ENVIDIA: Son personas con intereses artísticos profundos y una sensibilidad muy especial y particular. Se consideran a sí mismos distintos a los demás con quienes no suelen identificarse fácilmente o sentirse comprendidos. Necesitan destacar entre la multitud. Pueden caer en la envidia. Pueden creer que nunca tendrán aquello de lo que carecen y quedarse enganchados al pasado. En su estado más sano son muy empáticos y creativos.
  • ENEATIPO 5 - AVARICIA: Son personas con intereses científicos de gran profundidad. Son muy ascetas. Son los observadores por antonomasia y suelen ser bastante objetivos. Se caracterizan por la avaricia, porque no saldrán de su introspección hasta no sentirse completamente seguros de su conocimiento sobre el exterior. Son muy autosuficientes y no suelen hablar de sus sentimientos. Son muy claros y comprenden con gran facilidad. En su estado más sano son desapegados y generosos.
  • ENEATIPO 6 - MIEDO: Son personas con gran afinidad a las normas, a las reglas y a la moral, por lo que suelen ser muy fieles y leales. Son excelentes asistentes y amigos. A la vez pueden estar cargados de miedos e imaginarse los peores escenarios. Necesitan de la autoridad o de un guía y al mismo tiempo pueden llegar a huir de ella. A veces parecieran mostrarse muy seguros y autoconfiados pero interiormente prevalece la duda y los miedos. Son buenos amigos. En su estado más sano, son valientes y muy buenos compañeros.
  • ENEATIPO 7 - GULA: Son los epicúreos, atraídos por el placer y llenos de alegría y ganas de disfrutar. Son muy entretenidos, suelen llenarse de planes con mucho entusiasmo y, cuando se aburren, los dejan. Pueden huir del presente y no hacerse cargo de sus compromisos a largo plazo, de situaciones dolorosas o de su propio sufrimiento. Como no se quieren perder nada, no profundizan tampoco en nada. En su estado más sano son muy animadores y capaces de disfrutar del presente como nadie.
  • ENEATIPO 8 - LUJURIA: Son los justicieros. Se guían por un sentido de la justicia y la injusticia que puede hacerles reaccionar fervientemente. Pueden llegar a caer en la lujuria o en los excesos, así como en el autoritarismo. Son líderes natos pues poseen mucha autoconfianza. Van por la vida necesitando ser fuertes y prevalecer sobre las circunstancias. Tienen fuerte personalidad y se posicionan como defensores de "los suyos". En su estado más sano son protectores y ayudan al otro de forma magnánima.
  • ENEATIPO 9 - PEREZA: Son personas pacificadoras y mediadoras. No les gusta el conflicto, del que con frecuencia huyen. Pueden caer en la pereza. Se mimetizan con el entorno y les cuesta mucho expresar sus necesidades. Entienden todas las opciones y es muy difícil discutir con ellos pues no dan lugar a la discusión. Son tranquilos, serenos y calmos. En su estado más sano son muy buenos mediadores y consiguen calmar los extremismos.

Consideramos que la mirada del eneagrama de la personalidad es sumamente relevante para el desarrollo del liderazgo y de la práctica del coaching por lo que en nuestra propuesta de formación es un elemento importante y muy diferenciador del Modelo Hacer Historia.

El eneagrama de la personalidad es una herramienta sumamente poderosa para la auto-observación y la auto-transformación, que requiere el compromiso de mirarse a uno mismo.  

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