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Víctima o protagonista

liderazgo relaciones resiliencia

¿Soy víctima o protagonista? Nuestra capacidad de aprender depende en gran medida de disponer de un marco interpretativo que nos permita ser parte del juego de la vida.

“Si uno no es parte del problema, no puede ser parte de la solución”.

Fredy Kofman

Resultados y procesos: Cuando nos embarcamos en cualquier aprendizaje, podríamos distinguir dos tipos de objetivos diferentes que están siempre en juego. Por un lado, buscamos un objetivo de resultado específico, la concreción de dicho resultado fundamentará el juicio de éxito en la circunstancia particular enfrentada. Por otro lado, no estamos dispuestos a cualquier cosa para obtener dicho resultado. Al qué (resultado) se agrega un cómo (proceso), el hecho de que queremos obtenerlo en acuerdo con ciertas formas prácticas aceptadas para la consecución de dicho resultado. Este objetivo de proceso que nos importa sostener se relaciona con nuestros valores. No nos da lo mismo cualquier forma de obtener un resultado, queremos que ciertos valores se expresen en nuestro hacer.

Sabelotodos: Algunas personas derivan su autoestima de alcanzar siempre sus objetivos de resultado, de alcanzar el éxito. Denominados ¨sabelotodos¨ por Fredy Kofman, adoptan el discurso de víctima, dado que no pueden aceptar los límites de sus competencias, no pueden declararse ignorantes porque esto lo viven como sinónimo de no tener valor como seres humanos. Víctima o protagonista no es una opción, porque ser protagonista implica, a veces, declararse aprendiz, y esto consecuentemente implica declarar ignorancia en algun dominio. En los términos de Chris Argyris, las víctimas adoptan explicaciones tranquilizantes. Esta denominación se relaciona con el hecho de que son explicaciones que los eximen de toda responsabilidad. Las personas que habitan en estas narrativas se ven a sí mismas como inocentes (si no alcanzo el resultado es culpa de otro). Esta perspectiva los vuelve inocentes, pero lo limitante es que simultáneamente los vuelve impotentes. Desde esta explicación de víctima no tienen ninguna posibilidad de acción. No existe la opción victima o protagonista porque lo único que resta es esperar que el culpable del resultado obtenido cambie. El sabelotodo se vuelve un espectador por excelencia, que tiende a construir sofisticadas explicaciones que le permitan deslindar responsabilidades respecto de los resultados obtenidos y en ultima instancia esta perspectiva se vuelve un estado de ánimo desde el cual se mira el futuro y la vida. Víctima o protagonista es entonces una alternativa decisiva para el destino de una persona. 

Aprendices: Por otra parte, los aprendices derivan su autoestima de la forma en que abordan los procesos, de su capacidad de responder a las circunstancias sean cuales fueren dichas circunstancias. Los aprendices arraigan su autoestima en su integridad, en la consistencia entre su obrar y los valores que eligen. No hacen foco en lo que está fuera de su alcance, si no más bien en preguntas como las siguientes: ¨¿Qué puedo hacer dadas las actuales circunstancias, para perseguir mis objetivos? ¿Qué tengo que aprender para poder producir los resultados que no estoy logrando producir hoy? De esta manera deriva explicaciones en las que se ve dentro del problema y con acciones para ejecutar y habilidades para desarrollar. El aprendiz naturalmente se vuelve un protagonista. Al decir de Argyris produce explicaciones generativas, interpretaciones que abren nuevas posibilidades en lugar de centrarse en buscar culpables y en generar explicaciones acerca de la imposibilidad de hacer algo diferente y efectivo.

Responsabilidad: Así el protagonista adopta una responsabilidad incondicional respecto de su disposición ante su circunstancia (proceso). Las responsabilidades respecto de los resultados obtenidos son siempre condicionales, dependen de un inter-juego entre sus acciones y las características del contexto. Es distinto el caso de la responsabilidad por su disposición ante los desafíos que enfrente. En este caso la responsabilidad es incondicional, el tiene el 100% de responsabilidad por sus interpretaciones, sus acciones y sus disposiciones para enfrentar sus circunstancias.  

¿Víctima o protagonista? Como vimos las preguntas para salir de la victimización y desatar el aprendizaje son muy simples: ¿qué puedo hacer ante esta circunstancia que no me gusta para lograr mis objetivos? Si las cosas me salieron mal, ¿qué voy a hacer distinto la próxima vez?

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